Cuando una empresa despide a un trabajador sin causa justificada o sin respetar los procedimientos legales, se considera despido improcedente. En estos casos, el trabajador tiene derecho a reclamar.
El primer paso es revisar la carta de despido. Si no se detallan los motivos concretos o no hay base legal, es posible impugnarla ante el Juzgado de lo Social.
El trabajador puede solicitar la readmisión en su puesto o una indemnización, que depende del salario y la antigüedad. Actualmente, suele fijarse en 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Es importante actuar con rapidez: el plazo para reclamar es de solo 20 días hábiles desde el despido. Se recomienda acudir cuanto antes a un abogado laboralista.
Una buena estrategia legal puede revertir un despido injusto y garantizar tus derechos como trabajador.
